Calabacín en Tempura

Ya hace más de un mes que terminó la temporada de calabacines cultivados en nuestro huerto, y aunque los podemos encontrar todo el año en el mercado, me apetecía compartir con vosotros uno de los primeros que recolectamos en primavera.
En esta ocasión los he cocinado en Tempura, un tipo de fritura que está muy de moda y que para mí no tiene mucho misterio en sí, pero siguiendo unos sencillos consejos quedarán perfectos, con una fina capa ligera y muy crujiente.
La tempura es un tipo de rebozados tanto de pescados como de verduras, de la cocina japonesa, llevado allí por los portugueses, que ante la imposibilidad de hacerlo con harina de trigo, cereal inexistente en la agricultura japonesa de la época, acabó siendo sustituido por harina de arroz, lo que le aporta su característico color blanquecino una vez frito.
Consiste en una especie de pasta ligera y cremosa hecha a base de harina y agua muy fría, casi helada, en la que se bañan los alimentos crudos, pescados, mariscos, verduras, etc., cortados en pequeños trozos, y pasándolos inmediatamente por aceite muy caliente, casi humeante, para que el rebozado quede crujiente y ligero, por lo que es imprescindible, que lo que vayamos a rebozar, esté cortado más bien fino y a temperatura ambiente, para que se cocine rápidamente.
En el plato de hoy, he sustituido la harina de tempura por un preparado especial para rebozados, que por su textura y a modo de preparación se asemeja bastante a la harina de tempura, tan solo que éste preparado aporta un bonito color dorado bastante apetecible a la hora de comer, podéis utilizar la marca que más os guste, e incluso podéis sustituirlo por pasta ligera tipo Orly, que también da muy buenos resultados en este tipo de frituras.
Como este plato es bastante calórico, os recomiendo que lo sirváis en almuerzos ligeros, acompañando a una ensalada o como parte de un aperitivo para compartir.



CALABACÍN EN TEMPURA

INGREDIENTES

  • 500 gr de calabacín blanco ecológico
  • 200 gr de harina especial para rebozar sin huevo
  • Agua muy fría
  • Sal
  • Aceite de Oliva Virgen Extra

ELABORACIÓN

  • Lavar bien el calabacín y secarlo.
  • Cortarlo en trozos de unos 3 dedos de ancho.
  • Con una puntilla quitar las semillas, si las tuviera, y cortarlo en bastoncitos. (Yo he dejado la piel, pues al ser calabacines recién cosechados, son muy tiernos)
  • Ponerlos en un colador y espolvorear con un poco de sal fina, dejarlo unos minutos.
  • Secarlo con papel de cocina, antes de rebozar.
  • Preparar la harina especial para tempura, mezclándola con agua muy fría, poco a poco hasta conseguir una pasta ligeramente espesa, que cubra los bastoncitos de calabacín con una fina capa de rebozado.
  • Calentar el aceite y cuando esté bien caliente pero sin humear, introducir el calabacín en la pasta de tempura y  meterlos en el aceite, dándoles una vuelta con ayuda de un tenedor, o pinza para que se doren uniformemente.
  • Sacarlos a una bandeja sobre papel absorbente y servir inmediatamente.






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